miércoles, 4 de agosto de 2010

Rick Wakeman - Myths and Legends of King Arthur and the Knights of the Round Table. (1975)





Discografica: A&M
Producido: Rick Wakeman
País: Reino Unido
Duración: 44:41

Tracks:
1. Arthur
2. Lady of the lake
3. Guinevere
4. Sir Lancelot and the Black Knight
5. Merlin the magician
6. Sir Galahad
7. The last battle

Músicos:
Rick WAKEMAN: teclados.

Ashley HOLT: vocales.
Gary PICKFORD–HOPKINS: vocales.
Jeffrey CRAMPTON: guitarras.
Roger NEWELL: bajo.
Barney JAMES: batería.
John HODSON: percusión.
David KATZ: Violin, Orchestration, Orchestra Contractor
Terry TAPLIN: narrador.

El álbum (Parte 1)
: Con una extraordinaria historia detrás, un grupo ya probado y las ideas bien claras luego del ensayo con orquesta de “Journey…”, el nuevo disco de WAKEMAN sólo podía tener un comienzo tan apabullante como el que tiene: Tras las hermosas palabras del narrador, la orquesta (a la manera de Haendel más que de Wagner) inicia el magnífico tema que lleva el nombre del protagonista, en plan obertura operística barroca, con toda la épica y nobleza exigidas por el asunto. Antes de que se pueda recuperar el aliento, nos llega la primera demostración del trabajo de Rick con el clavicordio, combinado con el piano en un “continuo” que ya quisiera el mismo Haendel. Seguimos la narración juglaresca y muy bien cantada de los primeros pasos de Arturo hacia el trono, cuando extrae la espada Excalibur de la piedra y el yunque en los que había sido clavada por su padre, Uther Pendragon… En fin, todos sabemos la historia, pero lo fantástico es que no hay altibajos entre grupo y orquesta, ya sea que esta intervenga en pleno o parte de sus instrumentos se integren con la banda. El Moog es una sección más y la entrada de los coros es perfecta. WAKEMAN ha dicho que “Arthur” es su mejor tema y me inclino a darle la razón. Pese a sus siete minutos, uno querría que durara más.

A este inicio fulgurante le sigue Lady of the Lake, una composición corta y bellísima, a todo “barroco – medieval”, en la que Rick se luce de nuevo con su continuo de clave y que marca el motivo central de todo el álbum. Es también una de las mejores obras que el teclista haya compuesto nunca para el coro.

La bella y finalmente fatal Guinevere, esposa de Arturo y desdichada amante de Lanzarote, protagoniza el tercer tema, una semi balada pop realmente muy hermosa y también la mejor que WAKEMAN ha compuesto en esta onda. Sin embargo, tanto el tema anterior como Sir Lancelot and the Black Knight que le sigue, a pesar de ser éxitos que aún aparecen en grabaciones en directo de Rick ó en su homenaje, a mi modo de ver bajan el tono logrado con los dos primeros cortes del álbum. Luego hablaremos de esto. Mientras, la batalla entre los dos caballeros está muy bien escenificada, con tremendos golpes del Moog y una concepción muy cinematográfica del asunto de honor en el que Lancelot salva a su amada. Como siempre, orquesta, grupo, coro y cantantes se manejan a la perfección.

Entreacto: Se impone un inciso antes del segundo acto, o la segunda cara en el vinilo original. La historia artúrica es enormemente larga, compleja y llena de matices. En un solo disco es muy difícil condensar un tema básico no ya de una literatura, sino casi de una civilización. Hay rumores de que el álbum se pensó inicialmente como doble, pero recordemos que en 1974 la crisis del petróleo estaba en pleno apogeo… y a WAKEMAN quizá se le acabó el gas, no sabemos.

La cuestión es que, primero, Rick acierta en su enfoque, muy coherente con el libro que lo inspira: El hecho de que un ideal está condenado indefectiblemente al fracaso planea sobre el disco y se resuelve de forma magistral, como veremos. Arthur es a la vez un salto adelante y un paso en otra dirección respecto a Journey… Sea por la falta de espacio ó porque WAKEMAN lo planeó así, la historia esta hecha de retazos, no es un guión avanzando como en su disco anterior. La unidad la dan el espíritu musical, los motivos repetidos y el peso de un destino trágico, un poco a la manera de las óperas primitivas, en las que aún no se había resuelto del todo la dualidad entre argumento teatral y progresión de la música.

En segundo lugar y para conseguir esto, Rick emplea varios elementos musicales impactantes. A un lado (casi) el órgano y el mellotrón, el empleo del continuo barroco con clavicordio unido en ocasiones al piano y el uso del piano eléctrico son, creo, algo realmente único en el rock progresivo. Si sumamos el balance perfecto entre grupo eléctrico y orquesta, podemos decir que WAKEMAN obtiene aquí logros por encima de DEEP PURPLE, The NICE y PINK FLOYD en sus respectivas obras con acompañamiento orquestal. Tener dos cantantes con timbres distintos y el uso (tímido en ocasiones) del coro, favorece el aire operístico arcaico del álbum, que como decía podría haberse aprovechado más, ya que los dos últimos cortes de la primera cara del vinilo carecen casi de esta característica, que regresa en el segundo acto…

El álbum (Parte 2): Merlin the Magician, el alter ego de WAKEMAN por esa época, abría el segundo lado del LP original y nos retrotrae por un momento al espíritu de The six wives…: Aquí la orquesta, después de la preciosa repetición del “leit – motiv” de coros y clave, sólo actúa con maderas y metales para dar color a una composición magistral guiada íntegramente por Rick. Cuerdas y coros son (sospecho) fruto del mellotrón, pero el tema se integra perfectamente en el álbum, con su atmósfera a veces alucinada (el mago en su laboratorio) con acompañamiento a lo “music hall” y otras de una arrebatadora nostalgia (el presagio del final). Lo que de forma indudable corona Merlin… es el extraordinario solo doble que Rick les saca a sus mini Moogs: Pese a los magníficos precedentes y alguna incursión posterior, es lo mejor que ha hecho WAKEMAN con un sintetizador analógico, a un nivel en el que sólo están gente como Keith EMERSON ó Patrick MORAZ. En sus memorias (3), el teclista dice que tuvo que tomarse un coñac doble en el bar de los estudios para grabar el solo de un tirón. Quiero pensar que se refiere a la segunda intervención, que es de verdad loquísima. Y esos bajos...

La esperanza asoma con Sir Galahad, por fin el caballero perfecto aunque hijo ilegítimo del gran Lanzarote. Tendrá el Grial, pero no será suficiente para salvar la empresa. Es el único tema en el que reaparece el antaño sempiterno Hammond y las secuencias “hipnóticas” relacionadas con el Grial están muy bien logradas.

Y el gran final. The Last Battle es por una parte el enfrentamiento contra las fuerzas “negras” de Mordred, a su vez hijo ilegítimo de Arturo y cuya sombra aplasta toda la historia en la versión de Malory, como un pecado que exigirá su penitencia en el peor momento; por otra, la triste culminación de un destino anunciado. Sólo algunos viejos paladines sobrevivirán y el narrador nos cuenta el hallazgo (apócrifo) de las tumbas de Arturo y Guinevere. Entre medias, los temas sucesivos de todo el álbum pasan a primer plano, culminando con la reaparición del inicial de “Arthur”, para terminar en un desarrollo nostálgico y, quieras que no, emocionante. Como las demás piezas (si exceptuamos las dos primeras) tiene su particular solo de sintetizador, pero el mejor sigue siendo el de Merlin

Dejamos para lo último la portada, aunque es lo primero que nuestros ojos adolescentes veían de los fabulosos LP de antaño. La cubierta es un poco cartón piedra, al estilo de las películas “kitsch” de los 70, pero el diseño interior es magnífico. No hay fotografías, sólo dibujos de clara tendencia medieval y tipografía gótica para las letras de cada uno de los temas. Todo transmite un sentimiento deliciosamente antiguo.

Epílogo: Al salir The Myths and Legends… los críticos siguieron como siempre, la gente lo apreció como demuestra el nº 2 logrado en las listas británicas, Rick se salió por peteneras con tremendos conciertos que incluían 19 patinadores /as sobre hielo para escenificar la historia y el punk se acercaba. El brujo no volvió a intentar cosas de ese calibre, se reunió con YES a finales del 76 tras un álbum (No earthly connection) no tan exitoso y ahí acabó su primera época.

Después de más de tres décadas, si bien esta aventura puede no parecer tan actual como The six wives…, su triunfo es el fabuloso sonido combinado de Rick, su grupo (no lo hemos dicho: se llamó The English Rock Ensemble, nada menos) y la gran orquesta, sin parangón hasta entonces. ¿Ampuloso? Puede ser. Lo que fastidia es que hoy día los medios de masas veneran historias ampulosas hasta lo enfermizo, que dominan el cine y la seudo – literatura, sin un acompañamiento musical de verdad. Quizá falte alguien capaz de emocionar otra vez con propuestas gigantescas, del tamaño de los tiempos que corren, para bien ó para mal.







Mas Info Del Álbum:
Rick Wakeman - Myths and Legends of King Arthur and the Knights of the Round Table. (Allmusic)
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1 comentario:

  1. abrazos fuertes, esoerando que estes sacandole el jugo a tus vacaciones :)

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